Mucho más que un padre

16 de junio de 2019 [Publicado en MundoMorando]
Mucho más que un padre

Este mes, dos años atrás, llegabas a casa con la peor noticia. Esa maldita enfermedad, que había aparecido solo unos meses antes, era imparable y era solo cuestión de unos pocos meses para que nos alejara para siempre. Todos los planes que teníamos fueron aplastados instantáneamente. Ya no ibas a verme formar una familia o cumplir mis sueños. Tampoco ibamos a compartir más aventuras. Solo nos quedaban unas pocas canciones, ideas, libros y películas para compartir juntos. Todavía siento una enorme bronca al no haber podido hacer nada para calmar tu injusto sufrimiento en esos meses infernales.

No éramos de decirnos que nos amábamos con tanta frecuencia, sino más bien nos gustaba demostrárnoslo actuando. Porque ambos coincidíamos en que cualquiera puede decir lo que el otro quiere escuchar, pero no cualquiera puede hacer lo necesario para realmente ayudarlo. Era consciente de que me ayudabas pero ahora veo que era mucho más de lo yo que pensaba.

Siempre te voy a estar agradecido por enseñarme a pensar, a imaginar y a cuestionar todo, sin darle mucha importancia a la opinión ajena. Durante mucho tiempo no entendía por qué estabas determinado a dedicarle tantas horas al día a leer y por qué me empujabas constantemente a hacerlo. Luego entendí y comencé a admirar cómo conquistabas tu libertad día a día. También me transmitiste tu pasión por la música, que sigue siendo mi compañera espiritual.

Mi manera de ver las cosas cambió. Ahora me animo a decir que ya no solo sé que no voy a vivir para siempre, sino que lo entiendo. Eso da miedo pero sobre todo es un desafío y es lo que hace que la vida sea tan hermosa. También entiendo que tenemos que aportar todo lo que podemos al Universo porque, en definitiva, el impacto que generamos en el mundo es lo único que va a quedar de nosotros.

Sos mi inspiración en estos tiempos difíciles. Por momentos encuentro paz al pensar que tuve la suerte de tenerte a mi lado y que aprovechamos el tiempo juntos. No fue un camino largo el que compartimos, pero fue uno apasionante que voy a relatar con lágrimas y orgullo. Te recuerdo y te extraño como nunca.

Tu amigo por siempre,

Martín